Lorenzo Quinn, Italia, 1966
El artista italiano contemporáneo Lorenzo Quinn es un escultor figurativo de vanguardia, cuyo trabajo está inspirado en maestros como Miguel Ángel, Bernini y Rodin[1].
Su obra se ha expuesto en todo el mundo y tanto su arte monumental público como sus piezas más pequeñas e íntimas transmiten su pasión por los valores eternos y las emociones auténticas.
Dispuesto a esculpir lo más difícil
Por lo que mejor se le conoce es por sus recreaciones expresivas de manos humanas.
“Yo quería esculpir la que se considera la parte más difícil y más compleja del cuerpo humano a nivel técnico”, afirma. “La mano tiene tanto poder: el poder de amar, odiar, crear, destruir.”
Nacido el 7 de mayo de 1966 en Roma, hijo del actor mexicano-estadounidense Anthony Quinn[2] y su segunda esposa, la diseñadora de vestuario Iolanda Addolori.
Lorenzo Quinn pasó su infancia a caballo entre Italia y Estados Unidos. Su padre ejerció una profunda influencia sobre él, tanto en lo que se refiere a ser el centro de atención en el mundo del cine como a los primeros trabajos de Anthony en pintura y arquitectura.
Lorenzo Quinn estudió en la Academia Americana de Bellas Artes de Nueva York, con intención de convertirse en un pintor surrealista[3].
Escultura, su disciplina
A la edad de 21 años decidió que su futuro estaba en la escultura, que era un terreno que podía acomodar mejor su energía y originalidad.
Recuerda con total claridad el momento de 1989 en el3n lúdica de la independencia de los jóvenes adultos se exhibió en el Instituto Valenciano de Arte Moderno en verano.
Posteriormente ese mismo año, en la Feria de Arte de Abu Dhabi.
En enero de 2011, la obra fue instalada en Park Lane, Londres, como parte del Festival de Escultura del Ayuntamiento de Westminster, mientras que Encontrando el amor se dio a conocer a la entrada del edificio de reciente inauguración One Hyde Park, en Knightsbridge.
Coincidiendo con otras dos instalaciones destacadas de la escultura monumental de Quinn:
—La Fuerza de la Naturaleza II, en Berkeley Square.
—Volare, en Cadogan Gardens.
Estas piezas catapultaron la escultura pública de la Galería Halcyon en la ciudad de Londres.
En la primavera de 2011, Quinn fue invitado a participar en la primera exposición estival de esculturas al aire libre de Roma.
Aunque en inicio iba a llamarse Roma Biennale di Scultura, posteriormente fue rebautizada como Rassegna Internazionale di Scultura di Roma y contó con una serie de artistas contemporáneos e históricos significativos.
En la Casina Valadier, en el parque de Villa Borghese, expuso La Dolce Vita, una pieza que representa la joie de vivre de ese período y un “sentimiento de total abandono al niño que llevamos dentro”.
Ese verano también fue seleccionado para exponer en el Pabellón de Italia de la Bienal de Venecia.
Su poderosa y provocativa instalación antibelicista Esto no es un juego constaba de dos partes, con un comentario que observaba:
“Los líderes del mundo utilizan los ejércitos como si fueran sus juguetes privados, que pueden requisar y destruir como lo haría un niño descuidado”.
Quinn, valorado y querido
La alta estima en la que se tiene a Quinn queda confirmada por la invitación que recibió para exponer La mano de Dios y Salto de fe en el Palacio de Invierno del Museo Estatal del Hermitage de San Petersburgo, coincidiendo con la edición de 2011 del festival de arte internacional Noches Blancas.
Expuestas junto a obras de Henry Moore, las esculturas de Quinn reflejan su enfoque creativo sobre el paso del tiempo:
“El pasado está escrito en piedra, el presente se está tallando en madera y el futuro es una copa vacía que llenar de sueños”.
En la primavera de 2012, la retrospectiva de Quinn en el Harrods de Londres —su primera exposición individual en ese lugar de fama mundial— presenta piezas de la serie “Amor”, paneles fotográficos de aluminio y una película que explora su obra.
Uno de los aspectos más destacados de la exposición fue la escultura doble Relación perfecta (2011): un par de elegantes manos de bronce surgiendo de dos fósiles de nautilus, conchas enrolladas en espiral con la proporción áurea que aquí simbolizan la perfección de las almas gemelas en el amor.
Otra prestigiosa oportunidad que se le brindó en Londres fue la instalación de La Dolce Vita en Park Lane, a finales de septiembre de 2012.
Quinn comprometido y solidario
En Estados Unidos, la Galería Halcyon donó La fuerza de la naturaleza II de Quinn. Una subasta creada a raíz del tsunami de 2009, en beneficio de dos organizaciones sin ánimo de lucro:
Happy Hearts Fund, establecida para reconstruir comunidades después de desastres naturales.
March to the Top Foundation, que ayuda a los habitantes del continente africano afectados por la pobreza económica.
La escultura, un símbolo claro de la fuerza humana y la capacidad de resistencia frente a la adversidad, tiene una base especial construida con hileras de placas de los contribuyentes. Como resultado las donaciones, estas fueron destinadas a financiar la construcción de dos escuelas.
En octubre de 2012, La fuerza de la naturaleza II se instaló en el magnífico rascacielos del Grupo Paramount en la Avenue of the Americas de Nueva York.
Además, para complementar esta mezcla entre arte público y filantropía se realizó una instalación adicional de La fuerza de la naturaleza II.
Este fué un proyecto de desarrollo cultural en el paseo marítimo de Doha (Qatar), para fomentar y promover las artes.
Otras dos esculturas de Quinn, Amor y Emociones fueron donadas para una subasta y recaudaron más de 300.000£ para varias organizaciones benéficas en 2014.
Alabado en Exposiciones
Full Circle (2013), la quinta exposición individual de Quinn en la Galería Halcyon de Londres, marcó un momento crucial en la carrera del artista. Con una mezcla de obras nuevas intercaladas con piezas antiguas y más familiares, la exposición fue un reflejo de la experimentación del artista con nuevos materiales y temas que destacaba su desarrollo creativo de la última década.
Después de la exposición en New Bond Street que duró todo el verano, Full Circle pasó por la Galería Halcyon de Harrods hacia finales de 2013.
Entre 2013 y 2014, Quinn expuso en una serie de importantes ferias de arte internacionales como:
Art Mónaco ’13; Art Palm Beach; la Feria de Arte Internacional de Miami; PINTA, en Londres; SCOPE, de Nueva York, y Art Toronto, en Canadá.
Además, durante este período, el artista también fue premiado con varias instalaciones públicas, incluyendo las nuevas Cuerda floja II y Cuatro Amores (junto con La fuerza de la naturaleza II), en la isla de Ibiza en 2013.
En diciembre de 2014, Quinn volvió a Park Lane para desvelar Armonía, su interpretación única del símbolo tradicional del yinyang.
La monumental pieza se mostró en el Reino Unido por primera vez, mide 3 metros de altura y está hecha de aluminio pulido y acero inoxidable.
Anexos
[1] Uno de los artistas absolutos del Alto Renacimiento italiano, Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) fue un pintor, escultor, arquitecto y poeta.
Considerado un genio del Renacimiento.
Gianlorenzo Bernini (1598-1680) fue un escultor, pintor y arquitecto del barroco italiano.
El artista francés François-Auguste-René Rodin (1840-1917) fue el escultor más importante de los siglos XIX y XX y posiblemente el mejor retratista en la historia de la escultura.
[2] Anthony Quinn (1915-2001) fue un actor de cine y teatro famoso por interpretar a personajes rudos.
En Broadway interpretó el papel principal de Un tranvía llamado deseo (1952) y protagonizó Becket (1960) junto a Laurence Olivier.
Por sus papeles en ¡Viva Zapata! (1952) y El loco del pelo rojo (1956), en esta última representando al pintor francés Paul Gauguin (1848-1903), fue premiado con el Oscar.
Otras de sus actuaciones aclamadas incluyen el artista itinerante en La Strada (1954) y el papel protagonista en Zorba, el griego (1964).
[3] El Surrealismo fue un movimiento que floreció en Europa entre las dos guerras mundiales como reacción al racionalismo que había sido la base de la cultura y de la política europeas.
Se trataba de reunir el consciente y el inconsciente (la fuente de la imaginación), llevando el sueño y la fantasía al reino cotidiano.
[4] Lorenzo Quinn encarnó al joven Antonio Stradivari y Anthony Quinn, al mismo personaje en la vida adulta; Stradivari (1644-1737) fue uno de los grandes fabricantes de violines de finales del siglo XVII y principios del XVIII, que trabajó en Cremona, Italia.
Muchos creen que sus instrumentos no han sido superados .
[5] Lorenzo Quinn interpretó el papel principal en Dalí (1990), dirigida por Antoni Ribas.
[6] El pintor, grabador y escultor español Salvador Dalí (1904-1989) fue una figura destacada en el surrealismo de la década los treinta.
Dalí es especialmente conocido en el mundo del cine por su creación, junto a Luis Buñuel de la primera película surrealista “Un Chien Andalou.
Y por sus imágenes simbólicas de animales, insectos, mensajes… en diversos mundos costeros y desérticos.