En 1953 los hermanos Juan, José y Vicente Lladró elaboran sus primeras creaciones con una vocación experimental en un horno moruno construido en su propia casa natal, en Almàssera (Valencia). De esta manera dan salida a su inquietud artística mientras trabajan en una fábrica de azulejos y vajillas. Estas piezas, cuidadosamente concebidas, ya poseen un encanto especial que despierta el interés del público.
A mediados de esta década, empiezan a realizar esculturas en las que se puede apreciar una clara influencia de las tendencias del setecientos. Estas piezas evocan las obras de las manufacturas de porcelana del pasado, como Meissen, Sèvres o Capodimonte.
En 1958 Juan, José y Vicente deciden dedicarse exclusivamente a sus propias obras y trasladan su pequeña empresa a una nave en la población vecina de Tavernes Blanques, puesto que el taller familiar se ha quedado pequeño
La demanda de las creaciones Lladró adquiere dimensiones inesperadas. Los hermanos introducen innovaciones no sólo en el diseño y el estilo de las figuras sino también en las técnicas de cocción, consiguiendo reducir la cochura de tres etapas a una. La monococción es un método precursor que permite obtener el acabado cristalino y las tonalidades pastel propias de las obras LladróA mediados de esta década, empiezan a realizar esculturas en las que se puede apreciar una clara influencia de las tendencias del setecientos. Estas piezas evocan las obras de las manufacturas de porcelana del pasado, como Meissen, Sèvres o Capodimonte.
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