Os ofrecemos algunos consejos sobre la elección de tratamientos yproductos para que sorprendas al cliente y logres una mayor rentabilidad en tu centro de bienestar.
En los últimos unos años estamos siendo testigos de un vertiginoso cambio en nuestro estilo de vida, una realidad que nos genera una creciente preocupación y búsqueda de la salud, la relajación y la belleza. Las personas necesitan cada vez más cuidados para combatir el estrés, la polución, los desequilibrios alimenticios, el sedentarismo, pero también buscan lograr un estereotipo estético. Cuidarse tanto por dentro como por fuera y conseguir un equilibrio físico, psíquico y emocional, hoy día se ha convertido en una necesidad más que en un lujo o un capricho.
Tipología de tratamientos y productos en un spa
Un spa es un espacio emocional y sensorial donde los cinco sentidos están en continua estimulación, un centro con una clara orientación a la prevención, la salud y el bienestar. Estos espacios buscan promover y mejorar la calidad de vida, el descanso, el placer y el ocio de sus clientes, con el objetivo de que éstos logren un equilibrio físico, psíquico y emocional.
Los spas ofrecen un abanico amplio de tratamientos terapéuticos, estéticos, alternativos, lúdicos y relajantes que van más allá de la sola acción beneficiosa del agua, ya que todos favorecen la renovación del cuerpo y del espíritu
Tipos de tratamientos
A continuación detallaremos los diferentes tipos de tratamientos y terapias que podemos encontrar en un spa:
- Hidroterapia consiste en el uso del agua con fines terapéuticos, considerada un agente físico de aplicación externa. Este sistema se utiliza para mejorar la circulación de retorno (piernas cansadas, micro varices), como anti estrés (relajación muscular y reducción de la presión en las articulaciones) y la puesta a punto. Con este objetivo se usan diferentes técnicas a través de estímulos térmicos y mecánicos como la balneación (baño, piscina, tanque), con presión (chorros y duchas), combinadas (masaje bajo la ducha), sin presión (envolturas) y las saunas y baño de vapor, tanto individuales como colectivas.
- Técnicas manuales. El masaje es la técnica más demandada por su poder relajante y por su capacidad para liberar tensiones acumuladas y restaurar la armonía del cuerpo. Además, favorece el drenaje de líquidos y la eliminación de toxinas, así como mejora la elasticidad y la flexibilidad de la piel. Existen muchas técnicas como: las clásicas (quiromasaje, sueco), las especificas (drenaje linfático, lomi-lomi, californiano), las más complejas (deportivos, cráneo sacral) y en el agua (watsu).
- Tratamientos corporales. Son cuidados de tipo preventivo que mejoran el estado general y el bienestar del cliente, como el aspecto de la piel. Los más solicitados son la exfoliación con hidratación, los tratamientos estéticos (reafirmante, anticelulítico, piernas cansadas), los rituales de relajación y los tratamientos de puesta a punto (detoxificación).
- Tratamientos faciales Estos procedimientos ayudan a mejorar el aspecto del rostro, así como la calidad de la piel. Sus beneficios aportan a la piel el estímulo necesario para conservarla firme, joven, suave y con un brillo natural. Además, también ayudan a prevenir el envejecimiento cutáneo, logran disminuir las líneas de expresión, evitan la aparición de arrugas e hidratan, revitalizan y mejoran la tonicidad de la piel.
- Tratamientos de manos y pies. Estos métodos son cada vez más demandados y se están desarrollando técnicas y protocolos específicos para la manicura y la pedicura spa.
- Terapias alternativas. La mayoría de estas terapias tienen sus orígenes en técnicas ancestrales asiáticas, como la medicina tradicional china y el ayurveda, que han sido adaptadas a las necesidades del mundo occidental. Son técnicas holísticas basadas en la canalización o el equilibrio de la energía como: acupuntura, fitoterapia, auriculoterapia, las flores de Bach, cromoterapia, reflexología, shiatsu, aromaterapia, moxibustión y la gemoterapia.
- Técnicas especiales de medicina estética y terapia nutricional. Las más comunes son el láser, las terapias de rejuvenecimiento y el anti-aging, así como las terapias para bajar de peso o las que están enfocadas a reeducar hábitos alimenticios.
Tipos de productos
Para realizar todos estos tratamientos se utilizan distintos tipos de productos que van desde los tradicionales (los fangos) hasta las más recientes innovaciones en el campo de la cosmética. En este campo cada año se generan nuevos productos fruto, por una parte de la investigación, y por otra, del deseo de incorporar productos naturales, ecológicos o de una zona geográfica determinada. Los activos que podemos encontrar en los spas son principalmente derivados del mar, del vino (polifenoles), del cacao, del café, del aceite de oliva y de las plantas. También, en los últimos años, se ha incrementado el uso de aceites esenciales y se ha potenciado la aromaterapia en los spas. Entre las principales familias de productos que podemos ofrecer en un spa encontramos:
- El agua
- Las algas, los fangos y arcillas.
- Los exfoliantes para rostro y cuerpo.
- Los aceites, tanto vegetales como esenciales.
- La cosmética clásica.
- La cosmeceutica.
- Los productos orgánicos.
- Aparatología.
Criterios para elegir qué servicios y productos ofrecer
La oferta de los servicios y productos es uno de los pilares más importante en el negocio del spa. De ahí la importancia de analizar previamente unos criterios clave para que nuestra oferta sea coherente y seductora.
- El perfil de la clientela: ¿Quién es? Saber el sexo, edad, profesión, poder adquisitivo, nacionalidad, lugar de trabajo o domicilio y conocer a qué target se dirige el spa.
- Comportamiento actual de consumo de mi cliente: ¿Qué quiere? los tratamientos y tiempos que consume más en mi centro. ¿Qué le gustaría? gustos, tipo de compras, precios, productos. ¿Cuándo viene? frecuencia de visita. ¿Cuánto gasta? ticket medio.
- Expectativas y deseos de los clientes. El consumidor busca la excelencia en el servicio y la personalización de los tratamientos, adaptados a sus exigencias y necesidades. El cliente busca disminuir el estrés, aumentar el bienestar y aliviar sus dolores, pero además exige la calidad en los productos que se aplica en la piel, como el uso de productos naturales o biológicos.
- La tipología del spa. Existen distintos tipos de centros spas en función de su filosofía de trabajo. Podemos clasificarlos en: spa urbano, spa destino, spa hotel, spa& wellness resort, spa médico.
- La temática del spa. Si es que existe una. Como, por ejemplo, Les Sources de Caudalies, dedicado a la uva y el vino.
- Los costes de los tratamientos y productos. Es imprescindible conocer el margen comercial de cada uno de los tratamientos y productos que ofrecemos en el caso de realizar promociones, así como saber lo que ganamos con cada uno de los tratamientos.
- La competencia. Debemos saber qué ofrece nuestra competencia para ofrecer tratamientos diferenciadores y poder captar a otro tipo de clientela.
- Las tendencias de consumo. Debemos saber que existe una gran sensibilidad hacia las políticas de medioambiente y que se busca cada vez más el bienestar, la personalización y la autenticidad en los tratamientos.
- El mercado y los principales indicadores del sector como por ejemplo, la frecuencia de los clientes; el porcentaje de masajes realizados en los spas; el índice de visitas repetidas; el precio medio del tratamiento; el ingreso medio por visita y el ingreso diario medio por cabina.
Es importante que pensemos con frecuencia en la oferta de servicios que ofrecemos en los centros spa. El cliente necesita que le sorprendamos para captar su interés y ello requiere de una continua capacidad de renovación por nuestra parte. Para lograrlo es imprescindible estar al día en las últimas tendencias del mercado, conocer al cliente y ser creativo, con el fin de anticiparse a sus necesidades y sorprenderle. Y por último es necesario ofrecer en el centro un número razonable de tratamientos para lograr una oferta equilibrada, diversificada y rentable, así como saber analizar el impacto de nuestra oferta en los resultados económicos de nuestro centro de bienestar.