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Dom Pérignon – Champagne PLÉNITUDE 2

Dom Pérignon – Champagne PLÉNITUDE 2

DOM PÉRIGNON ELEVATED TO ITS SECOND LIFE

Plénitude 2 es la segunda vida de una añada Dom Pérignon, sublimada pacientemente y con rumbo hacia la eternidad. Tras cerca de 15 años de lenta transformación en las bodegas, Dom Pérignon expande su energía y se eleva a un paroxismo de vitalidad esencial y radiante, en su estado de Plénitude. Elevada a nuevas alturas, se despliega en todas las dimensiones: más amplia, más profunda, más larga, más intensa y dotada de mayor longevidad.

VINTAGE 2003 PLÉNITUDE 2

El 2003 siempre será el año que marcó la memoria de la Champagne. Un verano abrasador obligó a realizar la cosecha más temprana desde 1822, lo que llevó a Dom Pérignon a interpretar este año único con un enfoque inspirado en la intuición y en las decisiones con visión de futuro.

Dom Pérignon Vintage 2003 Plénitude 2 ofrece una relectura de la historia y una segunda vida del Vintage 2003, revelando una insolente frescura. La corriente envolvente se magnifica, convirtiéndose en un flagrante abrazo.

NARIZ

De la suavidad floral del limonero emerge la mineralidad gris, tostada y cenicienta tan típica de Dom Pérignon. Aparece un sabor a fruta seca —albaricoque— y, más adelante, el carácter afrutado y confitado de la frambuesa y el higo.
Inesperadamente, la frescura de la hierbaluisa, la pimienta blanca y el romero se eleva por un instante, antes de sumergirse en la oscuridad de las especias y el regaliz.

BOCA

Este es un vino físico. Llama y atrae, más táctil y vibrante que aromático. Como una ola, se construye sobre un ritmo con rupturas: primero se despliega y luego envuelve, generoso y estructurado, para después retirarse en una verticalidad profunda y oscura que se estira lentamente hacia una sensación amarga y sápida de yodo.

UN NUEVO CAMINO HACIA LA LONGEVIDAD

En cada cosecha y desde el principio, se aparta un número limitado de botellas en las bodegas, destinadas a una maduración más prolongada. Con este tiempo extra, aumenta la actividad interior de la botella.
Las lías ceden su energía al vino… una misteriosa transferencia de vida.

Dom Pérignon se eleva pacientemente hasta una nueva cumbre de la expresión. Llamamos a esta elevación Plénitude 2, la segunda vida de Dom Pérignon.

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