El millonario Forrest Fenn escondió en 2010 un tesoro de monedas de oro, rubíes, esmeraldas y diamantes en la Montañas Rocosas. Explicó que esa fortuna estaba guardada en un cofre y que valía más de un millón de dólares. Como pista para exploradores, dejó un misterioso poema de 24 versos.

Según sus estimaciones, al menos 350,000 personas acudieron a buscarlo a lo largo de los años. Varias perdieron la vida. Pero, hasta ahora, nadie había encontrado el cofre.

“Nadie sabe dónde está el cofre del tesoro excepto yo,” dijo Fenn en 2016, “si muero mañana, el conocimiento de la localización se va al ataúd conmigo”.

Cada hora, explicó el millonario, recibía unos 50 correos relacionados con la búsqueda. Algunos le pedían pistas, preguntándole por ejemplo si alguna vez había visitado el caño Brown. Otros le explicaban sus problemas personales para convencerle de que les ayudara. Algunos incluso le criticaban por no dar un mejor uso a esa fortuna.

Hubo hasta quien fue a hablar con él en persona. Y quien intentó arrancarle el secreto de la forma más extravagante: “Estaba hablando con un hombre que decía que podía leer las mentes. Me preguntó dónde estaba el tesoro y rápidamente pensé en un lugar en donde no estaba. No podía, pero no iba a arriesgarme”, explicó Fenn, de 89 años.

Ese domingo, el millonario, coleccionista de arte y antigüedad, ha anunciado en su página web que la búsqueda ha concluido: “Estaba bajo un dosel de estrella en los exuberantes bosques de las Montañas Rocosas, y no se ha movido del lugar en el que lo oculté hace más de 10 años”, dijo Fenn, “no sé quién lo ha encontrado, pero el poema en mi libro le dirigió hacia ese lugar en concreto”.

El tesoro fue hallado por un hombre “del Este” que no ha querido desvelar su identidad, según ha informado el diario Santa Fe New Mexican, y que envió al millonario una fotografía del cofre. “Felicito a las miles de personas que participaron en esta búsqueda y espero que sigan viéndose atraídas por la promesa de nuevo hallazgos”, añadió el millonario.

Una abogada de Chicago, Barbara Andersen, asegura que ha presentado una demanda judicial alegando que resolvió el misterio pero otra persona, a la que no conoce, le robó la solución, según el diario. “Me siguió y me engañó para conseguir el cofre”, explicó la mujer.

No es el único proceso judicial sobre este asunto: en diciembre, un hombre demandó a Fenn alegando que le había hurtado el cofre del tesoro, que valora en 1.5 millones, con sus comentarios fraudulentos y pistas engañosas.

Y otros creen que el tesoro nunca existió: “Este anuncio llega varios años y vidas humanas tarde”, indicó Seth Wallack, otro de los muchos que lo buscaron.

Fenn, por su parte, declaró: “No sé, me siento mitad como agradecido, mitad como triste de que la búsqueda haya terminado”.

Con información del  Santa Fe New Mexican y de CNN.