En su faceta como modelo, directora creativa, filántropa y empresaria, Olivia Palermo es siempre una fuerza dinámica dentro del mundo de la moda. Ella tiene muchas responsabilidades diferentes y en cada cosa que hace imprime su propia marca distintiva. En muchos sentidos, vive su vida de acuerdo al lema de la icónica colección Possession con su diseño de anillo giratorio: Turn and the world is yours*” Extremadamente segura en sus decisiones, con cada giro de su anillo Possession abre un mundo de infinitas posibilidades y toma “posesión” de su vida.
La introducción de brillantes y atrevidos colores Piaget en una colección de joyería icónica pedía una colaboración igualmente viva y colorida con una mujer que encarnara la vitalidad de la colección Possession.
En su segundo año de colaboración con Olivia, Piaget centra su atención en los diversos aspectos de su vida a través del cine y la fotografía. Color por color, a lo largo de esta campaña, Piaget desvela cómo equilibra muchos talentos diferentes, entretejiendo su vida en un colorido tapiz de logros y aventuras.
Un icono de estilo con un ojo innato para alcanzar la elegancia sin esfuerzo: Olivia Palermo es esa mujer. Ella sin miedo fija su mirada en la exploración de nuevos territorios.
Olivia Palermo imprime un estilo propio, atrevido aunque sofisticado, a esta colaboración única. En el centro de la nueva campaña, un cortometraje que se estrenó el 3 de abril, sitúa a su protagonista pasando a través de diferentes escenas de color dinámicas, cada una de ellas representativa de una situación y estado de ánimo diferente, ya sea alegría, amor, júbilo, trabajo, placer o inspiración. Por el camino, ella revela los distintos colores de su vida como empresaria, influencer y esposa, apareciendo en dos de las escenas con su marido, el fotógrafo Johannes Huebl.
⦁ Rojo radiante – Olivia admira una pintura en la pared de una galería; ella se interesa por un largo banco en terciopelo rojo que está en mitad de la sala. Girando sus brazaletes Possession alrededor de su muñeca, da salida a su lado más juguetón, se quita sus zapatos y camina a lo largo del banco como una estrella caminando por la alfombra roja frente a los flashes de los fotógrafos. Solo cuando se apagan las luces a su alrededor se da cuenta de que el museo ha cerrado ya y ella es la única que queda.