El Oyster Perpetual Datejust 31 se presenta en versión Rolesor blanco (combinación de acero Oystersteel y oro blanco de 18 quilates) y provisto de esferas en tonalidades variadas con índices o números romanos facetados en oro blanco de 18 quilates.
UN ICONO ESTÉTICO
Rolex presenta cuatro nuevas modalidades en versión Rolesor blanco (combinación de acero Oystersteel y oro blanco de 18 quilates) de su Oyster Perpetual Datejust 31.
La primera de ellas, coronada con un bisel engastado de 46 diamantes talla brillante, luce una esfera aubergine con acabado tipo sol, decorada con el número romano VI engastado de diamantes. Las otras tres modalidades presentan, respectivamente, una esfera verde menta con acabado tipo sol, lacada blanca o dark grey con acabado tipo sol, y están provistas de un bisel estriado fabricado en oro blanco de 18 quilates. Las agujas y los índices o números romanos de estas cuatro nuevas modalidades también son de oro blanco de 18 quilates. Los reflejos luminosos sobre las asas y los flancos de la carrura resaltan las refinadas formas de su caja Oyster de 31 mm de diámetro.
Estas nuevas modalidades están equipadas con el calibre 2236, un movimiento a la vanguardia de la tecnología relojera.
Como todos los relojes Rolex, el Oyster Perpetual Datejust 31 cuenta con la certificación de Cronómetro Superlativo, que garantiza su excelente rendimiento en la muñeca.
UN ESTILO ATEMPORAL
El Datejust de Rolex es el arquetipo del reloj clásico, tanto por su estética atemporal como por sus funcionalidades. Lanzado en 1945, es el primer reloj de pulsera cronómetro, automático y hermético que indica la fecha en una ventana insertada en la esfera situada en la posición de las 3 h, lo que cristaliza todas las innovaciones principales aportadas hasta entonces por Rolex al reloj de pulsera moderno. El Datejust ha trascendido el paso de los años con sus códigos estéticos inmutables y definitivamente reconocibles.
EL ROLESOR, LA UNIÓN DEL ORO Y EL ACERO OYSTERSTEEL
Combinación de oro de 18 quilates y acero Oystersteel en un mismo reloj Rolex, el Rolesor supone una verdadera firma de la marca desde 1933, fecha en la que se registró el nombre. Es el encuentro de dos metales: uno, noble y precioso, fascina por su brillo e inalterabilidad; el otro, reputado por su resistencia a a la corrosión, garantiza robustez y fiabilidad. Estas características reflejan perfectamente la fusión de elegancia y rendimiento lograda por los relojes Rolex.
En las nuevas modalidades en versión Rolesor blanco del Datejust 31, el bisel es de oro blanco de 18 quilates, mientras que la corona, la carrura, el brazalete y el cierre son de acero Oystersteel.
CAJA OYSTER, SÍMBOLO DE HERMETICIDAD
La caja Oyster de las nuevas modalidades del Datejust 31, ejemplo de robustez y elegancia, garantiza una hermeticidad de hasta 100 metros de profundidad. Su carrura se trabaja a partir de un bloque macizo de acero Oystersteel, una aleación especialmente resistente a la corrosión. Su fondo, con un fino sistema de acanalado, está herméticamente enroscado con ayuda de una herramienta especial; tan solo los relojeros autorizados por Rolex pueden acceder de este modo al movimiento.
La corona Twinlock, provista de un sistema de doble hermeticidad, se enrosca sólidamente a la caja. El cristal, coronado por la lente Cyclops en la posición de las 3 h para una mejor lectura de la fecha, está realizado en zafiro prácticamente imposible de rayar. Totalmente hermética, la caja Oyster protege de forma óptima el movimiento de alta precisión que alberga en su interior.
EL CALIBRE PERPETUAL 2236
Las nuevas modalidades del Datejust 31 están equipadas con el calibre 2236, un movimiento completamente desarrollado y manufacturado por Rolex. Este movimiento mecánico de cuerda automática, a la vanguardia de la tecnología relojera, ha sido objeto de varios depósitos de patente. Ofrece mejoras esenciales en materia de precisión, autonomía, resistencia a los golpes y a los campos magnéticos, comodidad de uso y fiabilidad. lujo
El calibre 2236 consta de la espiral Syloxi, patentada y fabricada por la marca. Esta espiral de silicio es hasta diez veces más precisa que una espiral convencional en caso de golpes, y su geometría patentada garantiza la regularidad de la marcha en todas las posiciones. El movimiento dispone, además, de una rueda de escape paramagnética en níquel-fósforo. El oscilador está montado sobre amortiguadores de golpes Paraflex de alto rendimiento, desarrollados y patentados por Rolex, que ofrecen al movimiento una resistencia mayor a los golpes.
El calibre 2236 lleva un mecanismo de cuerda automática por rotor Perpetual y cuenta con una reserva de marcha de aproximadamente 55 horas.
BRAZALETES JUBILEE Y OYSTER
Las nuevas modalidades en versión Rolesor blanco del Datejust 31 están dotadas de un brazalete Oyster o un brazalete Jubilee. Desarrollado a finales de la década de 1930, el brazalete Oyster es un brazalete con eslabones de tres elementos que destaca por su robustez. Fluido y confortable, el brazalete Jubilee con eslabones de cinco elementos se creó específicamente para el lanzamiento del Oyster Perpetual Datejust en 1945.
El brazalete Oyster de las modalidades con esfera aubergine y con esfera lacada blanca está dotado de un cierre desplegable Oysterclasp y dispone del cómodo sistema de extensión rápida Easylink, desarrollado por Rolex, que permite ajustar fácilmente su longitud en torno a unos 5 mm. El brazalete Jubilee de las modalidades con esfera verde menta y con esfera dark grey está equipado con un elegante cierre desplegable invisible Crownclasp.
Además, un sistema de fijación invisible ofrece una perfecta continuidad visual entre el brazalete y la caja.
CERTIFICACIÓN DE CRONÓMETRO SUPERLATIVO
Como todos los relojes Rolex, el Oyster Perpetual Datejust 31 cuenta con la certificación de Cronómetro Superlativo redefinida por Rolex en 2015. Esta denominación exclusiva atestigua que cada reloj que sale de los talleres de la marca ha superado con éxito una serie de pruebas llevadas a cabo por Rolex en sus laboratorios internos y con arreglo a sus propios criterios. Estas pruebas de certificación se efectúan al conjunto del reloj, una vez encajado el movimiento, con el fin de garantizar su rendimiento superlativo en la muñeca en materia de precisión, hermeticidad, cuerda automática y autonomía. La precisión de un Cronómetro Superlativo Rolex es del orden de −2 /+2 segundos al día, es decir, más del doble de la que se le exige a un Cronómetro oficial.
El estatus de Cronómetro Superlativo se simboliza mediante el sello verde que incluyen todos los relojes Rolex y que va acompañado de una garantía internacional de cinco años.