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¿Qué personajes aparecen en el cuadro de Velázquez  Las Meninas?

MUSEO DEL PRADO – Las meninas 1656. Óleo sobre lienzo, 320,5 x 281,5 cm

Es una de las obras de mayor tamaño de Velázquez y en la que puso un mayor empeño para crear una composición a la vez compleja y creíble, que transmitiera la sensación de vida y realidad, y al mismo tiempo encerrara una densa red de significados. El pintor alcanzó su objetivo y el cuadro se convirtió en la única pintura a la que el tratadista Antonio Palomino dedicó un epígrafe en su historia de los pintores españoles (1724). Lo tituló En que se describe la más ilustre obra de don Diego Velázquez, y desde entonces no ha perdido su estatus de obra maestra. Gracias a Palomino sabemos que se pintó en 1656 en el Cuarto del Príncipe del Alcázar de Madrid, que es el escenario de la acción.

Algunos datos interesantes sobre Las Meninas

  • Es considerada la obra maestra más famosa de Diego Velázquez.
  • Se trata de un cuadro pintado al óleo sobre un lienzo de grandes dimensiones (320,5 X 281,5 cm). En aquella época no existían telas tan grandes, debido a eso, en la actualidad, asoman las costuras de la unión de las distintas telas empleadas.
  • Se pintó en 1656 en el Cuarto del Príncipe, situado en el Alcázar de Madrid.
  • Representa una escena de la vida cotidiana, íntima y hogareña de la familia real.
  • Entre los aspectos a destacar de esta obra encontramos el impresionante juego de luces y sombras, la excelente ejecución de la técnica y la distribución de personajes en distintos planos que hace el artista.
  • Esta grandiosa obra se encuentra expuesta en el Museo del Prado (Madrid).

Qué personajes aparecen en el cuadro de Las Meninas

  1. La infanta Margarita, hija del rey Felipe IV y Mariana de Austria.
  2. María Agustina Sarmiento de Sotomayor, una de las meninas de la infanta.
  3. Isabel de Velasco, otra de las meninas de la infanta.
  4. Mari Bárbola (María Bárbara Asquín), que formaba parte del séquito de la infanta.
  5. Nicolasito Pertusato. Llegó a ser ayuda de cámara del rey.
  6. Diego Velázquez. Autorretrato del autor de la obra.
  7. Marcela de Ulloa, que ostentaba el cargo de guarda menor de damas. Cuidaba y vigilaba a las doncellas que rodeaban a la infanta.
  8. El guardadamas. Muy posiblemente se trate de Diego Ruiz de Azcona.
  9. Felipe IV y su esposa, Mariana de Austria, representados a través de su reflejo en el espejo.
  10. José Nieto Velázquez, aposentador de la reina.

Ubicación de los personajes

Ahora, si nos fijamos, podemos distinguir tres planos diferentes a la hora de representar a los distintos personajes.

  • La infanta se sitúa en el primer plano, siendo el personaje central del cuadro. Junto a ella se encuentran las meninas y demás sirvientes.
  • En el segundo plano encontramos al propio pintor, Diego Velázquez, y los guardadamas.
  • En el tercer plano estarían los reyes, reflejados en el espejo, y el aposentador de la reina. Aunque pueda parecer que al ser el plano más alejado se dota de menor importancia a los personajes que aparecen en él, es precisamente la ubicación de estos la que dota de sensación de profundidad a la obra.

El tratadista cordobés también identificó a la mayor parte de los personajes: son servidores palaciegos, que se disponen alrededor de la infanta Margarita, a la que atienden doña María Agustina Sarmiento y doña Isabel de Velasco, meninas de la reina. Además de ese grupo, vemos a Velázquez trabajar ante un gran lienzo, a los enanos Mari Bárbola y Nicolasito Pertusato, que azuza a un mastín, a la dama de honor doña Marcela de Ulloa, junto a un guardadamas, y, al fondo, tras la puerta, asoma José Nieto, aposentador. En el espejo se ven reflejados los rostros de Felipe IV y Mariana de Austria, padres de la infanta y testigos de la escena. Los personajes habitan un espacio modelado no sólo mediante las leyes de la perspectiva científica sino también de la perspectiva aérea, en cuya definición representa un papel importante la multiplicación de las fuentes de luz.

Las meninas tiene un significado inmediato accesible a cualquier espectador. Es un retrato de grupo realizado en un espacio concreto y protagonizado por personajes identificables que llevan a cabo acciones comprensibles. Sus valores estéticos son también evidentes: su escenario es uno de los espacios más creíbles que nos ha dejado la pintura occidental; su composición aúna la unidad con la variedad; los detalles de extraordinaria belleza se reparten por toda la superficie pictórica; y el pintor ha dado un paso decisivo en el camino hacia el ilusionismo, que fue una de las metas de la pintura europea de la Edad Moderna, pues ha ido más allá de la transmisión del parecido y ha buscado con éxito la representación de la vida o la animación. Pero, como es habitual en Velázquez, en esta escena en la que la infanta y los servidores interrumpen lo que hacen ante la aparición de los reyes, subyacen numerosos significados, que pertenecen a campos de la experiencia diferentes y que la convierten en una de las obras maestras de la pintura occidental que ha sido objeto de una mayor cantidad y variedad de interpretaciones. Existe, por ejemplo, una reflexión sobre la identidad regia de la infanta, lo que, por extensión llena el cuadro de contenido político. Pero también hay varias referencias importantes de carácter histórico-artístico, que se encarnan en el propio pintor o en los cuadros que cuelgan de la pared del fondo; y la presencia del espejo convierte el cuadro en una reflexión sobre el acto de ver y hace que el espectador se pregunte sobre las leyes de la representación, sobre los límites entre pintura y realidad y sobre su propio papel dentro del cuadro. Museo Nacional del Prado,

Esa riqueza y variedad de contenidos, así como la complejidad de su composición y la variedad de las acciones que representa, hacen que Las meninas sea un retrato en el que su autor utiliza estrategias de representación y persigue unos objetivos que desbordan los habituales en ese género y lo acercan a la pintura de historia. En ese sentido, constituye uno de los lugares principales a través de los cuales Velázquez reivindicó las posibilidades del principal género pictórico al que se había dedicado desde que se estableció en la corte en 1623.

Portús Pérez, Javier, Diego Velázquez ‘Las Meninas’. En: Velázquez y la familia de Felipe IV, [1650-1680], Madrid, Museo Nacional del Prado, 2013, p.126-129 n.16