Cómo la vajilla enfatiza el discurso del chef
Saborear un menú degustación es un acto que va más allá de la mera acción de comer, es una experiencia en la que se ven involucrados multitud de elementos. Los más evidentes son los estrictamente gastronómicos, pero hay otros que también pasan a ser parte fundamental en la creación de la experiencia: la decoración, la comodidad del lugar, el servicio o la larga lista de espera a la que nos enfrentamos para conseguir mesa en un prestigioso restaurante.
Cada lugar escoge unos elementos determinados con un propósito compartido: despertar la emoción del cliente. ¿Cómo se consigue esta emoción? Algunos restaurantes apuestan por cocinar unos sabores que el cliente persigue y reconoce, mientras que otros juegan a sorprender, a crear algo que el cliente nunca esperaría al sentarse en la mesa.
Muchos de los platos realizados por los chefs más prestigiosos desfilan ante el comensal en forma de menú degustación, formato a través del cual se desarrolla la experiencia gastronómica. Este menú está compuesto por multitud de pasos que persiguen un discurso concreto, a partir del cual surgen todas las emociones que vivirá el comensal. La sorpresa radica en ofrecer creaciones gastronómicas en forma de pequeños bocados, ofreciendo al cliente un torbellino de sensaciones que evoluciona a medida que transcurre el menú.
Si anteriormente la vajilla de diseño utilizada en los restaurantes tradicionales solía estar compuesta por platos lisos y brillantes, respondiendo a la utilización de determinados materiales y tecnologías y a ciertos aspectos higiénicos, el nacimiento del menú degustación ha posibilitado la introducción de nuevas piezas diseñadas expresamente para inducir una experiencia sensorial diferente.
El Mar en el restaurante Miramar del Chef Paco Pérez, en Llançà, Girona. Una gran pieza inicia el concepto “Entorno y Consecuencias” donde se sirven multitud de elaboraciones, en este caso del entorno mar.
#altagastronomia #pacoperez #diseño #michelinstar