Esa es la pregunta que nos ronda por la cabeza después de conocer las restricciones que la LPGA (Ladies Professional Golf Association) ha establecido. Su presidenta, Vicki Goetze-Ackerman, hizo llegar estas nuevas normas via email a las jugadoras, algunas de las cuales no tardaron en manifestarse al respecto.
Lo que pretende la LPGA con estas nuevas normas es frenar el reciente auge en el uso de vestimenta menos tradicional que parece haber ganado enteros en los campos de golf. Por lo tanto, no solo no está bien visto el uso de leggings, joggers, escotes pronunciados o tops de tirantes cruzados a la espalda sin cuello, sino que además su utilización conllevaría una multa que podría alcanzar los $1,000, una cantidad que se doblaría con cada infracción.
En el email, Goetze- Ackerman avisó que las jugadoras eran “responsables de informar a sus patrocinadores de las nuevas normas”. Esta regularización no tiene en cuenta que tanto el diseño como el color de los conjuntos de ropa se acuerdan con mucha antelación para maximizar sus posibilidades en el mercado.
Estas son las restricciones que establece la LPGA, con efecto desde el 17 de julio de 2017:
Los tops sin mangas SOLO están permitidos si llevan cuello
Los leggings NO están permitidos, a menos que vayan debajo de la skort (mezcla de falda y short) o de los pantalones cortos
Los escotes NO están permitidos
Las faldas, skort o pantalones cortos DEBEN ser lo suficientemente largos como para no descubrir el trasero, aunque lleven un pantaloncito corto debajo, bajo ninguna circunstancia
La vestimenta para las fiestas pro-am DEBE ser la adecuada, con el fin de presentar una imagen profesional. Los vaqueros elegantes están permitidos, pero NO los que lleven cortes
Ropa de entrenamiento o vaqueros NO se permiten dentro del campo
Los joggers NO están permitidos
La respuesta de algunas de las jugadoras profesionales a este email de la PLGA no se hizo esperar. La mediática Paige Spiranac, quien se proclamó “embajadora del golf y del progreso de los derechos de la mujer y de la igualdad en la sociedad” a través de un comunicado, fue una de las primeras en reaccionar.
Paige recuerda que en los 1900s se sugería que la mujer debía evitar golpear la bola por más de 70-80 yards porque “la postura y el gesto que se requería para un swing completo no eran particularmente agraciados en ropa de mujer” y habla de una presión social a la figura femenina, que no tiene en cuenta el buen desarrollo de su juego. La jugadora además apelaba a la evolución de la ropa en el golf, como se había dado en el tenis y otros deportes.
A su vez, Anya Álvarez explicó la dificultad que entrañaba intentar cumplir estas reglas debido a “piernas fuertes y un trasero que hacen que la ropa luzca diferente” en su cuerpo, en comparación con otras atletas más esbeltas. En contraste, Christina Kim se mostraba más acorde a esta decisión de la LPGA. “Este es nuestro lugar de negocios y creo que los jugadores deben tener un aspecto profesional”, decía la jugadora al respecto.
El debate está servido, y hay opiniones para todos los gustos. Si algo está claro y es definitivo es que no se trata de meras sugerencias, sino que las arriba citadas son las instrucciones que las jugadoras profesionales han de seguir antes de pisar el verde. En Depique creemos que si bien un toque de modernidad, de color y de estilo es necesario para aportar alegría al juego, el golf debe conservar su clásica elegancia.
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